Todos conocemos parejas que son un ejemplo del axioma que dice que “los opuestos se atraen”. Pero en cuanto al conflicto de las responsabilidades monetarias, la unión de alguien que gasta con alguien que ahorra puede presentar retos tanto a sus finanzas como a su relación, lo que hace difícil presupuestar y ahorrar para alcanzar sus metas financieras a largo plazo.
Casi cuatro de 10 adultos casados o en una relación conjunta han mantenido un secreto financiero de su pareja y uno de los más comunes es gastar más dinero del que su pareja aprobaría. Esa no es receta para una relación exitosa duradera ni para un plan financiero exitoso.
Una mejor medida es hablar sobre sus distintas perspectivas acerca del dinero y encontrar un punto medio. Estos son consejos de expertos en relaciones y cuestiones monetarias para tener esa conversación.
Hablar de dinero puede ser incómodo y difícil, sobre todo si no creciste discutiendo este tema. En lugar de culpar a tu pareja por realizar un movimiento de dinero con el que no estás de acuerdo, explícale cómo te hizo sentir esa decisión y pídele que te explique cómo es que llegó a ella. Luego, escucha su respuesta con atención.
“La gente no presta atención a lo importante que es escuchar”, dice Dorian Mintzer, psicóloga y coautora del libro en inglés The Couple´s Retirement Puzzle: 10 Must-Have Conversations for Creating an Amazing New Life Together. “Aunque no estés de acuerdo, escucha lo que te dice y luego comparte tu punto de vista. A menudo la gente puede encontrar maneras de negociar o transigir”.
Si la conversación se torna candente, dense un espacio y retómenla más tarde cuando ambos estén más tranquilos.
Una plática acerca de sus sueños para el futuro tiende a ser una conversación más positiva y colaborativa que discutir acerca del presente. Si ambos están comprometidos a ayudar a sus hijos a pagar la universidad, por ejemplo, o a retirarse a temprana edad, trabajen en sentido contrario y hablen acerca de los pasos que tendrán que tomar juntos para alcanzar esas metas en común. Crear un plan para sus metas a largo plazo puede ayudarles a coincidir en cuestiones monetarias en general.
Algunas parejas unen sus finanzas; otras mantienen todo por separado y otras eligen un método híbrido. No existe un camino “correcto”. El mejor método para ti dependerá de muchos factores, incluyendo cuántos gastos en común tienen, si tú o tu pareja tienen otros dependientes financieramente y cómo se sienten en cuanto a tener un control financiero. Lo más importante es asegurarse de que ambos estén cómodos con el acuerdo.
Si deciden no unir completamente sus finanzas, tal vez deseen crear un sistema de gastos compartidos, como, por ejemplo, decidirlos proporcionalmente de acuerdo con los ingresos de cada uno. Si combinan las finanzas, tal vez opten por fijar un límite de gastos y ambos acepten discutir cualquier compra que exceda ese límite.
Los desacuerdos de dinero pueden ser de los más dañinos para una relación. Aproximadamente un tercio de la generación Z y de los mileniales se han separado de su pareja debido a cuestiones monetarias, de acuerdo con una reciente encuesta llevada a cabo por Intuit Credit Karma. Un 25% de aquellos en la Generación X y 11% de los Boomers han hecho lo mismo.
En ocasiones la mejor manera de superar un camino sin salida es a través de ayuda profesional. Si están buscando un consejo sobre los mejores movimientos de dinero para alcanzar sus metas juntos, un profesional financiero puede ayudar, pero si la dificultad está en conciliar valores opuestos acerca del dinero, se recomienda reunirse con un terapeuta financiero que pueda ayudarles a enfocarse en las motivaciones emocionales y conductuales de sus decisiones en cuanto al dinero.
“Si una pareja está teniendo problemas financieros en su relación, me gusta profundizar para ver qué significa eso”, dice la asesora certificada en relaciones Damona Hoffman. “Podría deberse a que tengan distintas formas de relacionarse con el dinero, a experiencias monetarias en su casa cuando eran más jóvenes; o bien, podría ser una manifestación de poder o control en la relación”.
Aunque logren coincidir ahora, es importante seguir pensando y hablando acerca de las cuestiones monetarias juntos. Es muy posible que su relación (entre ustedes y con el dinero) cambie a través de los años.
“He visto gente que acordó algo al principio de su matrimonio y después de 15 años y de haber tenido hijos, continúan apegándose al mismo acuerdo y una de las personas en la pareja siente que ya no es un acuerdo justo”, dice la abogada matrimonialista Jaqueline Newman. “Es importante conversar cada par de años para asegurarse de que el plan que hicieron aún funcione”.
Independientemente de qué tan a menudo revisen su plan para conciliar sus distintos estilos financieros, lo importante es no omitir esas conversaciones, las que en ocasiones pueden ser incómodas. Reconozcan las áreas en las que no están de acuerdo, escuchen el punto de vista de su pareja y concéntrense en sus metas financieras en común. De esa manera, pueden alinearse en cuanto a gastar y ahorrar dinero, que es lo más importante.
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