Todos tenemos una personalidad monetaria, es decir, creencias que pueden influir en nuestra forma de ahorrar, gastar y pensar en el dinero.
Lindsay Bryan-Podvin, una terapeuta financiera y propietaria de la terapia y asesoría Mind Money Balance en Ann Arbor, Michigan, ha identificado cuatro arquetipos financieros en los que se encuadran muchos clientes. Al hacerlo, ella se basa en las investigaciones de Brad Klontz y Olivia Mellan: dos líderes en el campo de la psicología del dinero.
¿Te preguntas cuál de estos arquetipos se aplica a ti? Aquí te indicamos las características de cada uno y cómo ahorrar de manera inteligente cualquiera sea tu personalidad monetaria.
Estas personas se sienten “incómodas y ansiosas por todo lo relacionado con su dinero”, afirma Bryan-Podvin. Como resultado, es posible que no sepan cuánto dinero ingresa y cuánto sale. Al albergar una creencia subconsciente de que el hecho de que les importe el dinero los convierte en una persona codiciosa, se distancian del dinero. Las personas que se encuadran en este arquetipo pueden trabajar en campos en los que el tema dominante es ayudar a los demás, como la enseñanza, la enfermería o las actividades creativas.
Si “felizmente ignorante” se aplica a ti:
• Automatiza una transferencia mensual de tu cuenta de cheques a tu cuenta de ahorros, ahorrando cada mes un determinado porcentaje de tus ingresos después de los impuestos. Fija una meta de ahorro mensual que te parezca alcanzable. Esa meta puede incluir el pago adicional de una deuda por sobre el mínimo de tu tarjeta de crédito y de tus pagos de préstamo estudiantil, aconseja Bryan-Podvin.
• Programa una cita mensual contigo mismo(a) para revisar cuentas bancarias, estados de cuenta del préstamo estudiantil, estados de cuenta de tarjetas de crédito y demás documentos financieros. Si tu pareja se encarga de los detalles financieros, asegúrate de ocuparte de ellos con regularidad para estar al tanto de todo.
• Cuando te inscribas para tu plan de jubilación 401(k), establece aumentos anuales automáticos hasta alcanzar el máximo de tus beneficios.
Sé proactivo en cuanto a pedir un aumento o encontrar un empleo que te pague lo que vales, aun cuando tengas una profesión “virtuosa”.
Estas personas asocian sus ingresos o valor neto con su autoestima. A menudo emprendedores, pueden tener metas de ingresos cada vez mayores y múltiples proyectos paralelos. De forma consciente o no, creen que si tienen una cantidad X de dinero serán más felices, más tranquilos o más dignos, y entonces suben continuamente el objetivo.
Si el tipo “admirador del dinero” se aplica a ti:
• Piensa en cómo defines lo que es “suficiente” en términos concretos de tus necesidades y deseos. Siendo realistas, ¿cuántos ahorros necesitarás para lograr tus metas?
• Cuando fijes metas de ahorro, piensa en por qué ahorras en vez de limitarte a alcanzar un monto específico. “Tal vez lo que realmente desees es una semana de vacaciones con tu familia, totalmente desconectado, por lo que averigua cuánto te costará eso y establece una cuenta o un plan de ahorro para esa meta específica”, dice Bryan-Podvin.
• Recuerda que no todas las partes de tu vida tienen que ser un proyecto paralelo. Si te gustan las plantas de interior, por ejemplo, puedes ocuparte de ellas como un hobby y sin tratar de monetizarlo de alguna manera. Presta atención a otros aspectos de tu vida más allá de las finanzas, como la salud física y mental, las relaciones y la comunidad.
A los espíritus libres les gusta el dinero por lo que este puede comprar: cosas lindas para ellos y los demás. Son los amigos que te envían regalos sencillamente porque piensan en ti. Tienden a utilizar el dinero para realzar su optimismo. Pero, dice Bryan-Podvin, “tal vez les cueste honrar su autoestima sin atarla a las cosas”. Los espíritus libres también pueden tener deudas y mantener sus finanzas en secreto.
Si el tipo “espíritu libre” se aplica a ti:
• Elabora un plan de ahorro firme antes de comprar cualquier cosa. Una regla sencilla es asignar el 80% de tus ingresos a las necesidades y deseos y un 20% a los ahorros.
• Incluye una determinada cantidad en tu presupuesto de necesidades y deseos que puedas gastar en compras impulsivas para que puedas hacerlo sin sentirte culpable después.
• Espera un par de días antes de comprar cosas que te interesen para ver si realmente las necesitas. Te puede entusiasmar agregar cosas a tu carrito de compras en línea aun cuando no las compres.
• Recuerda que no siempre tienes que expresar tu cariño por tus amigos y familiares con objetos materiales. Si ves algo que a ellos les guste en una tienda, puedes sacar una foto de eso y enviársela por mensaje de texto diciendo que eso te hizo acordar a ellos, en vez de comprarlo.
En teoría, estas personas están haciendo lo correcto. Tienden a tener más dinero ahorrado y menos deudas, y se sienten cómodas hablando de dinero con sus parejas. Pero tal vez les cueste entender lo que significa tener y gastar dinero y terminan guardando sus ahorros debajo del colchón (¡literalmente!). En algún momento, aferrarse a su dinero tal vez los haya mantenido seguros a ellos o a un familiar, pero es posible que lo sigan haciendo mucho después de que las circunstancias hayan cambiado.
Si el tipo “preparado(a) para el juicio final” se aplica a ti:
• Mantén tanto dinero en efectivo en tu casa como te sientas cómodo si lo pierdes (debido a un incendio, robo o simplemente por haberte olvidado de dónde lo guardaste). Calcula cuánto dinero en efectivo podrías necesitar de inmediato en una emergencia y pon el resto de tus ahorros en una cuenta asegurada.
• Piensa en hasta qué cantidad tienes que tener como una red de seguridad para que te parezca segura. Está bien ser más conservador, tal vez te convenga ahorrar el equivalente a un año de gastos en vez de los tres a seis meses usuales.
• Busca inversiones que tengan más potencial de crecimiento una vez que tus ahorros estén totalmente financiados. Puedes hacerlo lentamente y hacerlas crecer con el tiempo.
• Practica utilizando el dinero de forma positiva. Tal vez eso signifique invitar a un amigo a cenar, comprarte un artículo lujoso para ti o hacer una donación a tu organización de beneficencia preferida.
Todos tenemos personalidades monetarias que afectan a nuestros hábitos de gastos y de ahorros, aunque después de revisar esta lista tal vez descubras que tienes un poco de un arquetipo y un poco de otro. Al reconocer qué rasgos de personalidad se aplican a ti y qué emociones pueden impulsar la manera en que administras tus finanzas, puedes implementar estrategias de ahorro que te resulten más eficaces.
Cualquiera sea tu personalidad monetaria, U.S. Bank tiene varias opciones de ahorros para ayudarte a administrar y a aumentar tu dinero.
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